ARCO 2017, rompiendo barreras invisibles
Un año más hemos sido testigos del evento que reúne las mentes más creativas del panorama artístico moderno internacional, ARCO 2017.
Independientemente de las preferencias, ARCO nunca deja indiferente a nadie y representa la expresión sin límites de todas las variantes del arte contemporáneo. Interpretaciones de los espacios, visiones del color e intercambio de estimulaciones visuales que dan voz a las obras y a sus creadores, han vuelto a ser los protagonistas indiscutibles de estos días.
ARCO, después de 36 ediciones, sigue siendo el centro de convergencia y cita imprescindible para coleccionistas, galeristas, artistas y profesionales del arte de todo el mundo. Pero sencillamente es un reclamo para que todo aquel que quiera inspirar o ser inspirado, con una carta extensa y sugerente para el paladar ocular más refinado en búsqueda de una emoción extraordinaria.
En esta edición 2017, se han presentado un total de 200 galerías de 27 países, siempre manteniendo las exigencias de calidad que se esperan de un evento de este calibre. Gracias a ello, se han vuelto a ver propuestas muy interesantes y de indudable valor, con el consiguiente éxito de la exposición.
Clorofila en Arco 2017
Dentro de tan impresionante escaparate, nos hemos presentado con un binomio que por un lado representa la trayectoria histórica de este evento, y por otro la reafirmación del arte urbano como elemento de comunicación callejera.
En el Stand 9H30, el artista Suso 33 ha dado vida a un derroche de energía ciudadana con sus magníficas creaciones, donde deja claro que la urbe es su lienzo y el ciudadano su espectador más importante. La versatilidad se ha percibido en todo el espacio ocupado por sus trabajos, dando una clara y compleja visión de su esencia camaleónica, dispuesto a enfrentarse a nuevos retos para hacernos reflexionar.
Las constantes son las entradas y salidas de los entornos para proporcionarnos una doble visión de un mismo punto de partida, al igual que la lucha para romper las barreras más duras que son las invisibles e intangibles, las emocionales.
Todo esto, junto al cálido abrazo de Clorofila Digital, una marca capaz de imprimir el arte sobre cualquier superficie y en cualquier formato, ha dado vida a un proyecto de espectacular resultado, que ha recibido una gran aceptación por parte del público y de la crítica especializada.
La sinergia entre el conocimiento técnico al más alto nivel y el fuerte atrevimiento artístico de las obras, han triunfado dejando una experiencia única en las memorias de los visitantes.
Además, Clorofila Digital ha inundado de estilo otros puntos de la feria, encargándose de la decoración de los espacios comunes diseñados por los arquitectos del equipo de Andrés Jaque.
La formas triangulares entrelazadas y envueltas en color oro, han dado brillo y esplendor a esta nueva y elegante edición de ARCO 2017.
Fotografías de Ismael Arriola Cano.